Codello: «Argentina se cae a pedazos, pero los políticos no salen de sus burbujas»

«Tengo ideas liberales absolutas. No me gusta el Estado metiéndose en la vida de las personas, está para resguardarnos, no para molestarnos. El país se construye a partir del aporte, esfuerzo y trabajo de los privados. No creo en un estado paternalista«. Así se definió Andrea Codello, candidata a diputada nacional, en segundo lugar, por La Libertad Avanza, el frente que lleva a Javier Milei como postulante a la Presidencia.


La libreña expresó sus expectativas de alcanzar una banca en la Cámara Baja de la Nación. Para ello, de acuerdo a las proyecciones que dejó las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias), el 22 de octubre la Libertad Avanza deberá ganar las elecciones en Corrientes en la grilla de Diputados. Ilusiones le sobran. Es que si bien en agosto la alianza terminó tercera, tuvo una performance admirable en las urnas.

En una entrevista con época, Codello analizó las propuestas de Milei y fue muy crítica con aquellos que implementaron «la campaña del miedo» para cuestionar las propuestas del polémico candidato de La Libertad Avanza, quien ganó las elecciones de agosto, convocatoria democrática que prácticamente dividió al electorado argentino en tercios.

Rechazó la idea de que «la gente aprendió a votar», concepto masificado a partir de la victoria de Milei, quien superó las estructuras partidarias de los dos grandes frentes y que significó el quiebre de la forma tradicional del proselitismo. Aseguró que la gente estaba hastiada de los políticos y encontró en el líder de la Libertad Avanza alguien que canalizó sus necesidades.

Codello apuntó que el Congreso, al igual que las instituciones estatales, se desvirtuó y que «el grito de cambio» expresado en las urnas también alcanza a los legisladores.

Previo a las PASO, las encuestas daban una proyección interesante para la candidatura presidencial de Javier Milei (La Libertad Avanza). Pero nadie vaticinó una victoria. Fue un batacazo. ¿Esperaban el triunfo electoral a nivel nacional y tan buena elección en la provincia de Corrientes?
En realidad, no. Sabíamos que había buenas posibilidades. Pensamos que, dado como venía en el orden nacional, Corrientes no iba a estar ajena a esa ola. Pero nunca se nos ocurrió que en la provincia íbamos a compartir un tercio y quedar solo a mil votos debajo de la alianza del frente justicialista (Unión por la Patria -UP-). Si los políticos escuchásemos más a la calle y menos a los encuestadores y a nosotros mismos, nos daríamos cuenta de lo que estaba pasando.

¿Qué significa en Corrientes competir contra la alianza oficialista a nivel provincial (ECO + Juntos por el Cambio) y el frente que representa al Gobierno Nacional (UP)?
No seamos ingenuos. Los partidos de los gobiernos generalmente se financian con los recursos del Estado. No así los que están por fuera. Por eso es que hay tan pocos locos gritando. Nunca en mi vida hicimos una campaña tan austera. Abrimos un comité, pusimos la foto de Milei, divulgamos sus ideas y la gente venía sola. Es que los argentinos quisieron votar un cambio, la gente es mucho más inteligente de lo que se presume. Podrá haber pobreza y miles de necesidades, pero la gente sigue pensando que lo que tiene de valioso, que es el voto, lo pone al que quiere.

Se habló mucho de que la forma tradicional de hacer proselitismo varió desde la incursión de Milei, principalmente a partir del trabajo en las redes sociales…
Pero eso no es de Milei. En Brasil, (Jair) Bolsonaro ganó (la elección presidencial de 2018) exactamente de la misma manera. Lo que pasa es que en Argentina todo llega tarde. Lo único que nos llega antes es la inflación y la pobreza. Además, no existe alguien que no tenga una red social, ya sea Facebook, Instagram, TikTok o el WhatsApp. Todo evolucionó. Antes, las campañas eran carteles pegados con engrudos, se ensuciaba toda la ciudad. Ahora no. Agarrás un teléfono y compartís las propuestas a millones de personas en un minuto. Para mí está bien que la tecnología haya ingresado a la política porque permite hacer conocer las ideas y los candidatos.

¿Empezó la campaña del miedo?
Siempre hay una campaña del miedo. En vez de proponer algo nuevo parece que es mejor asustar. Ya pasó con la campaña de (Mauricio) Macri en 2015. Me acuerdo que hasta memes habían hecho… «¡Ah, si gana Macri…!» Es un recurso muy utilizado por el que sabe que no tiene nada más para ofrecer. Pero la gente ya no lo compra más. La esperanza siempre le gana al miedo. Es más fuerte. Además, quienes más hablan en la campaña del miedo son unos impresentables. A (Andrés «Cuervo») Larroque (exlegislador nacional kirchnerista y actual funcionario en el Gobierno de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires) lo escuché decir: «Si gana Milei se viene el infierno». ¿Y dónde se piensa que estamos viviendo? ¿Por qué no le pregunta a la esposa que perdió a su marido hace un par de días en Palermo (Ciudad de Buenos Aires)? ¿O a los familiares de la nena de Lanús (provincia de Buenos Aires) que iba a la escuela y la mataron a golpes para robarle el celular? ¿Dónde piensa que vive esa gente? ¿En el paraíso?

Las propuestas de Milei son revolucionarias por los cambios tan profundos que pretende. Ahora, quizás tras las PASO, parecen un poquito más suavizadas…
Milei lo que hizo fue comunicar las ideas de otra manera. Por ejemplo, en la reducción del gasto público. ¿Qué candidato no lo dice? Ahora… ¿Qué eligió Milei para mostrar? Puso un cartel, colocó los nombres de los ministerios y los arrancó al grito de «¡fuera!». Los otros (candidatos) también dicen que hay que reducir de 21 ministerios a ocho, pero fue Milei quien explicó el mensaje de una forma en que llega más. No son ideas locas ni estrafalarias ni nada que no pueda ser llevado a la práctica. Con él varía la forma de mostrar lo que pretende hacer. Las ideas de Milei parecen radicales, pero todos saben que hay que concretarlas. Y él las supo decir de otra manera y la gente las entendió.

Lo de poner una bomba en el Banco Central…
Solo a un extremista se le puede ocurrir que pondrá una bomba. Lo que Milei quiere decir es que el Banco Central debe ser totalmente autónomo, no puede ser que la política monetaria esté en manos del Gobierno de turno y que puede mandar a imprimir o devaluar. Lo que Milei quiso expresar es que este tipo de política que se lleva adelante con el Banco Central no puede seguir. En los países serios, en los que funciona el sistema, el Banco Central es totalmente autárquico, no tiene nada que ver con el Gobierno. Argentina tiene demasiado desvirtuadas todas sus instituciones. Todo lo estatal. Y se las usa a gusto y placer del gobierno de turno.

¿Cómo gobernar un país con muy pocos legisladores propios? Los números que arrojan a Milei, de acuerdo a las PASO, lo dejarán con poco acompañamiento en el Congreso…

El Congreso se ha desvirtuado. Hay una mala costumbre en Argentina de que al asumir, el Presidente debe tener a todos los serviles al lado o no puede gobernar. Este grito que está dando el pueblo no solo es para el Ejecutivo, también es para quienes se sientan en una banca en Diputados o en el Senado. La gente los vota para que hagan leyes que beneficien a los argentinos, no para que la Legislatura sea un trámite exprés.

Que no sean «levanta manos»…

El Congreso no debe ser apéndice de quien está en la Presidencia. Argentina no tiene tiempo para volver a desangrarse en esto de que el Poder Legislativo sea el hall de entrada. Si no tenés respaldo, entonces será tiempo de plebiscito. El cambio también le corresponde al Legislativo. Por ejemplo, con la ley de alquileres. Todo el país está desangrándose, pero ellos no le dan ni cinco de artículo. Están totalmente sordos. Después, cuando la gente dice que el Congreso no sirve para nada y se pregunta por qué no cierran, saldrán a recordar la democracia y lo que nos costó. Los que están adentro están sordos a los reclamos de la gente y están en peleas y minucias que a nadie le importa. No se dan cuenta de que Argentina se está descascarando, se está cayendo a pedazos y ellos siguen en una burbuja.

De acuerdo a los resultados de las PASO en Corrientes, los tres frentes mayoritarios alcanzarían un diputado nacional cada uno. Y la cuarta banca en disputa es para la alianza que gane. En el caso de las Primarias, triunfó ECO + Juntos por el Cambio y ese lugar sería para Ingrid Jetter. Pero después de las elecciones de agosto, la situación cambió. ¿Qué expectativa tiene usted de acceder a la banca en las elecciones Generales de octubre? ¿Ingrid Jetter debería estar preocupada?
No sé si preocupada. A Juntos por el Cambio le está costando retener los votos que fueron de (Horacio Rodríguez) Larreta. Corresponde a esa interna encarnizada que tuvieron y que derivó en que la gente diga que son más de lo mismo. Al frente justicialista se le va a complicar por las medidas que tomó, por la devaluación. Tendremos una inflación por arriba del 10% este mes y el que viene. Se le va a hacer difícil por el bolsillo de la gente. Si preguntás qué expectativas tengo basadas en la realidad, estoy súper ilusionada de que pueda llegar. Pero si no fuera así, de que Lisandro (Almirón, en primer lugar en la grilla de candidatos nacionales de La Libertad Avanza) ya esté adentro de la Cámara de Diputados y de que sea un fiel exponente de las ideas de Milei, me llenará de satisfacción.

Muchos dijeron que «la gente aprendió a votar» porque no siguió las estructuras partidarias. ¿A qué se debe este cambio?
La gente siempre supo votar. Lo que antes ocurría es que no le interesaba, estaba desganada. Lo que se le proponía le daba igual. Estaba tan enfrascada en sus problemas diarios, de que el dinero no le alcanza para llegar a fin de mes, que no cuentan con un trabajo digno, que los hijos no tienen una buena educación… La gente estaba hastiada de lo que la política ofreció. Ahora, quiere votar a Milei. Se preocupa. Se le dio la posibilidad de que ese voto que pone en la urna realmente le gusta. Encontró a alguien que canaliza lo que siente.

¿Por qué los correntinos tendrían que votarla?

En mi caso particular, a mí nadie me probó. Al igual que Milei, soy una expectativa. Si se sigue votando lo mismo, no se puede esperar algo distinto. Las propuestas de los otros frentes ya fueron probadas. No digo que sean buenas o malas. No hago valoración. Solo digo que quienes compiten conmigo ya estuvieron y la gente sabrá si les gustó o no su trabajo. Conmigo tienen la oportunidad de que hay algo nuevo. Tengo ideas liberales absolutas. No me gusta el Estado metiéndose en la vida de las personas, está para resguardarnos, no para molestarnos. El país se construye a partir del aporte, esfuerzo y trabajo de los privados. No creo en un Estado paternalista. Estoy convencida de que se pueden poner en práctica las ideas de Milei más allá de que sean difíciles.

Por Gustavo Gamboa

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