La cocina del Pacto Correntino, una consulta que fue región por región

Marcelo Carbonell de Paso de los Libres y vicepresidente de la Región 3 Centro-Sur del Plan Estratégico Participativo (PEP) «Corrientes 2030». En el acto de firma del acuerdo en Casa de Gobierno, fue el encargado de contar la labor realizada. Al respecto habló con el diario capitalino época e indicó «necesitamos que se atiendan las demandas que recabamos en la labor desarrollada para este plan 2030, tanto de infraestructura, como de educación y la descentralización del Estado».


Con la experiencia de haber trabajado en la elaboración de la primera versión del plan correntino, Marcelo Carbonell tiene en claro hacia dónde va este debate particular que se inicia en una reunión local y que luego llega al nivel regional (o intermunicipal) hasta convertirse en una labor provincial más compleja y que definirá más que anhelos sociales: establecerá un rumbo a seguir y qué es lo que se necesitará para avanzar hacia metas concretas.

Esto fue, en definitivas, los segmentos que contempló la cocina del Pacto Correntino para el Crecimiento Económico y el Desarrollo Social, firmado el martes pasado en el patio de la Casa de Gobierno.

En su caso, Carbonell es de Paso de los Libres y se desempaña como vicepresidente de la Región 3 Centro-Sur, integrante del Consejo de Crecimiento Económico y Desarrollo Social (CCEDS), y en una entrevista a fondo con época explicó la elaboración de un documento que trazó políticas de Estado para la próxima década, tal como lo establece la Constitución provincial tras la última reforma realizada a mediados de los 2000.

«En mi opinión personal, primero, tengo muchas expectativas de que este plan se vaya cumpliendo en su totalidad. Y creo que la provincia tiene un gran potencial que todavía no lo estamos explotando», indicó Carbonell, quien es consejero del organismo provincial en representación de Sociedad Rural de Paso de los Libres.

En este marco, resaltó que «necesitamos que se atiendan las demandas que recabamos en la labor desarrollada para este plan 2030, tanto de infraestructura, como de educación y la descentralización del Estado».

Al respecto también indicó que «una demanda transversal que se registró en todas las regiones es la descentralización del Estado. Es decir, ese mismo federalismo que como provincia reclamamos a la Capital Federal, también pide el interior provincial«, afirmó.

«Eso se vio en los planteos que se dieron en los talleres, para la descentralización del Estado provincial y lo mismo para la modernización del Estado«, acotó.

«Esperemos ver las metas alcanzadas en el final del período contemplado. Que alcancemos un Estado más eficiente, más moderno, más descentralizado, con obras fundamentales de infraestructura que necesitamos, sobre todo viales, energéticas y de comunicación«, enumeró.

Además, «la inclusión tiene que ver no sólo desde la discapacidad, sino también de las necesidades de los sectores más vulnerables de la población. La inclusión en educación, en alimentación, en oportunidades, etcétera», subrayó Carbonell.

«Soy un convencido de que tenemos que apuntar al crecimiento económico. Y el Estado debe trabajar en todas las herramientas para generarlo y darle previsibilidad a las inversiones que vienen a Corrientes. Eso va a traer aparejado el desarrollo social, va a traer empleo y va a generar tanto desarrollo económico como social«, aseveró.

¿Qué experiencia le dejó el trabajo realizado a nivel regional y provincial?
La experiencia fue buena. Yo ya participé de la confección del primer plan estratégico del 2020. La verdad que el resultado que obtuvimos fue bueno en cuanto a la concreción de todo lo que se había planteado en ese plan. Lamentablemente, no se pudo hacer todas las reuniones y todos los talleres participativos presenciales, como se llevaron a cabo en el plan anterior. Porque justo se produjo la pandemia y todos los encuentros se desarrollaron de manera virtual, pero con mucha participación, eso me llamó la atención.

¿Hubo mucha participación pese a la pandemia?
Sí, tanto de entidades como de municipios, lo cual demostró el interés. Y en las reuniones cada uno trata de pelear por lo que le toca a su municipio y luego llegar a consensos de toda una región, lo cual es algo muy bueno, muy llamativo.

¿Cómo se logra tener una visión más general trascendiendo la naturaleza sectorial de la participación?
Cada entidad que participa representa a un sector, ya sea productivo, gremial o como clubes deportivos, incluso, además de instituciones académicas, asociaciones de turismo, organizaciones asistencialistas como el Club de Leones y Rotary Club. Entonces eso te permite amalgamar los intereses de cada uno de los sectores y uno se enriquece enormemente con este aprendizaje y la demanda de cada sector.

Por ahí uno está muy enfocado en su sector, en sus necesidades, y no ve los requerimientos de lo que nos rodean.

¿Cómo se hace cuando debe definirse política de Estado no desde lo que comúnmente se hace: desde abajo hacia arriba?
En su discurso en el acto en Casa de Gobierno, el gobernador Gustavo Valdés lo mencionó claramente: esto no es hecho por el gobierno sino hecho para el gobierno. Es un concepto diferente.

Indudablemente que el sistema espera que el Gobierno haga las cosas que uno necesita, pero si nosotros no le damos los insumos necesarios, quedamos al arbitrio o al capricho -palabras usadas por Valdés en su mensaje del otro día- del gobernante de turno. Esto es que priorice a su criterio las necesidades de la población provincial.

Y esa herramienta del Plan Estratégico Participativo es la que le da las bases al gobernante con las prioridades que deben encarar en su gobierno. Por eso es importante que se haga un plan de más de cuatro años, más allá de que haya reelección y pueda haber un gobernador por ocho años. Pero estos son planes a diez años, entonces trascienden una gestión provincial. Eso es lo importante para que no caigamos en los caprichos o las arbitrariedades de un gobernante de turno.

¿Cómo se realizaron las primeras reuniones por el PEP 2030, en base al anterior plan?

Más que un inicio fue una continuidad, porque teníamos el plan 2020, que fue todo planeado hasta el 2021. Indudablemente si queríamos seguir avanzando en la proyección a largo plazo de la provincia, debíamos partir del 2021 para este nuevo plan.

Es cierto que se demoró un poco por el tema de la pandemia. Incluso hubo muchas dudas sobre si esperar a que se termine la emergencia sanitaria para recién ahí realizar los talleres. Pero desde el Consejo decidimos avanzar igual, adaptarnos a las nuevas condiciones que nos tocó vivir. De esa manera hicimos los talleres de forma virtual en lugar de presencial.

A fines de 2020 se hizo una evaluación de lo que se había llevado a cabo en el plan 2021. Y a partir de allí surgió la necesidad de comenzar a trabajar en el nuevo plan 2030. En la presentación de cada región, quedó en claro las necesidades de cada zona y posteriormente el Consejo comenzó a trabajar en hacer que toda esa demanda por regiones sea algo que abarque la necesidad de toda la provincia.

¿Y a lo largo de ese proceso también hubo correcciones?

Sí. Eso fue muy importante. Había obras importantes marcadas para, por ejemplo, Capital referidas a su costanera y el embellecimiento del paseo. Sin embargo, nos encontramos con que tenemos varias ciudades del interior provincial que tienen esa misma necesidad en sus costas y que atañe tanto a lo urbano como al turismo. Así que todos esos temas fueron muy enriquecidos porque se intercambió muchísimo.

¿Siempre quedó en claro el concepto principal de desarrollo?

Desde el principio, el Poder Ejecutivo Provincial solicitó que se trabajara sobre cuatro ejes fundamentales: desarrollo, modernización del Estado, inclusión y género.

Indudablemente, como yo vengo del sector productivo, y pertenezco a instituciones del área, creo que el eje de desarrollo siempre es el más importante. Estamos convencidos de que necesitamos crecimiento económico, porque sin eso no vamos a tener desarrollo social.

El desarrollo social viene a través de un crecimiento económico y para eso necesitamos que el Estado brinde las herramientas necesarias, sobre todo en infraestructura para que ese crecimiento económico se produzca, y que esas inversiones privadas logren instalarse en la provincia y crezcan. Insisto: para eso necesitamos fundamentalmente infraestructura adecuada, tanto vial como eléctrica, de comunicaciones, etcétera.

Todas las inquietudes y sugerencias de las distintas regiones se volcaron al trabajo final, que se fue validando región por región y ajustándolo para que sea lo más abarcativo posible y se vea la necesidad planteada de cada región en este plan estratégico.

En definitiva es la misma sociedad correntina la que le plantea a su gobierno sobre lo que debería encarar durante las distintas gestiones gubernamentales.

A diferencia del plan anterior, en este caso se propuso la creación de un observatorio para seguir el cumplimiento de metas, ¿cómo define a la medida?

Si bien en el plan anterior se hacía un seguimiento desde el Consejo, no había un organismo que esté marcando metas e hicimos una evaluación del programa recién casi al final de su etapa. Y en esa evaluación nos dimos cuenta que realmente se cumplió gran parte de lo que estaba planificado, casi un 80%. No se cumplió sobre todo en las grandes obras de infraestructura que necesitamos y que indudablemente escapan al presupuesto provincia, como el segundo puente Chaco-Corrientes, el puente Lavalle-Reconquista, el segundo puente Paso de los Libres-Uruguiana y las autovías 12 y 14. Esas obras volvieron a ser incorporadas en el plan 2030.

Así, decidimos que desde el Consejo no vamos a esperar a que termine este plan estratégico para hacer una evaluación de lo que se cumplió, sino que vamos a trabajar año a año sobre el cumplimento de las metas del gobierno. De esta manera, el propio gobernador Valdés dispuso que funcione un observatorio de seguimiento de objetivos alcanzados.

Por Gustavo Lescano para Diario Época

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