Muerte de Soldado Libreño: “La verdad de lo que pasó con el Cabo Arias está más cerca de conocerse”

El Juzgado Federal de Concepción del Uruguay a cargo del Dr. Pablo Seró ordenó la reautopsia del cuerpo de Jorge David Arias Moreyra, cabo primero de Intendencia del Regimiento Nº 6 Blandengues de la ciudad de Concordia, quien a los 21 años murió en circunstancias sospechosas la noche del 12 de diciembre de 2019 con dos tiros de fusil. Habrían hallado elementos de pruebas que revelarían que Arias habría sido víctima de Homicidio


Tal como adelantó DIARIOJUNIO, las pericias presentadas por la querella para contrarrestar la oficial hecha por la justicia Concordiense, mostraban a priori fuertes indicios que la escena donde murió el soldado libreño fue contaminada. En las mismas, habían hallado nuevos elementos de pruebas que revelarían que Arias habría sido víctima de un homicidio y no un suicidio como se orientó la investigación inicial a cargo de la fiscal María José Fonseca.

Las versiones iniciales daban que Arias se había quitado la vida con dos disparos de su fusil de guerra FAL. Una investigación de este medio, había dado cuenta que detrás de su muerte había un trasfondo de corrupción, encubrimientos de robos, presiones, maltratos y hostigamientos. “La verdad de lo que pasó con el Cabo Arias está más cerca de conocerse”, aseguró el abogado de la querella.

La reautopsia ordenada por el juez federal del juzgado de Concepción del Uruguay, Pablo Seró, estará a cargo de médicos forenses de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; es decir que dos juzgados federales tomarán intervención en la causa.

El juez Seró dio aprobación a todos los puntos de pericias propuestos por la querella, a cargo del abogado libreño Sebastián Pardo, y envió un exhorto a la Justicia de Paso de los Libres para que se ponga a disposición del Cuerpo Médico Forense de la Suprema Corte de la Nación.

Entendemos que, después de mucho solicitar y peticionar, hemos logrado avanzar en la causa con distintas medidas de prueba. Esta reautopsia será una de las pruebas vitales porque entendemos que la que se hizo en su momento – a cargo del médico forense Lopez Lallana del juzgado de Concordia- tiene innumerables defectos que es necesario aclarar para saber qué sucedió verdaderamente con Jorge”, explicó el doctor Pardo a DIARIOJUNIO

Pardo calificó este avance en la causa como algo “inaudito”: “Soy el tercer abogado que interviene como querellante en esta causa y hasta que presentamos nuestras pericias de parte, a cargo de un criminólogo y un médico forense de primera línea, se venían negando sistemáticamente todas las solicitudes que se hacían. Estas cosas suceden sólo cuando realmente la situación es de una gravedad extrema, porque lo común es que la Justicia se guíe por el peritaje oficial. Tiene que haber serias dudas para que ordenen hacer un peritaje nuevo. Es algo muy difícil, sobre todo que se ordene la intervención de los peritos de la Corte Suprema”.

“La verdad de lo que pasó con el Cabo Arias está más cerca de conocerse”, aseguró el abogado de la querella.

Acoso y corrupción rodearon la muerte del soldado libreño

La noche del 12 de diciembre del año 2019, el cabo primero de Intendencia, Jorge David Arias Moreyra, realizaría su última guardia en el puesto norte del Regimiento de Caballería de Tanques Nº6 “Blandengues” de la ciudad de Concordia. Según consta en el expediente de la investigación, lo último que le escucharon decir los testigos que compartían la guardia fue un “sí, mamá”. Minutos después de cortar la comunicación telefónica desde su celular Motorola color gris (que nunca fue peritado y tampoco aparece), Arias moriría en circunstancias dudosas, a los 21 años, supuestamente dándose dos tiros con un fusil de guerra FAL (Fusil Automático Liviano).

Sin embargo, además de las irregularidades denunciadas en la investigación, detrás de su extraña muerte asoma un trasfondo de corrupción, encubrimientos y acoso.

El soldado oriundo de Paso de los Libres, se desempeñaba en la sección Intendencia dentro del regimiento Nº6 “Blandengues”, que es la encargada de administrar la comida, la ropa, viáticos y combustibles. Ex compañeros de Arias en el regimiento testimoniaron que el joven voluntario era hostigado de forma permanente (“meado”, según la jerga militar) y obligado a hacer un trabajo de encubrimiento, bajo presión de sus superiores, por malversación y robo de combustibles y otros insumos. Justamente, la muerte de Arias, sucede tiempo después que se descubrieran robos de donaciones con destino a personas inundadas y que la Secretaría de Acción Social de la Municipalidad de Concordia guardaba en un galpón del regimiento. Arias era un testigo clave de aquellos cometidos.

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